
IFS y BRC son estándares de calidad y seguridad alimentaria que están implantando cada vez mayor número de Bodegas. Las razones por las que están empresas optan por certificarse en una de estas normas son varias. Desde Testa os vamos a indicar algunas de ellas, recordándoos que los consultores de Testa tenemos una amplia experiencia en la implantación de IFS y/o BRC en Bodegas.
IFS y BRC son estándares de seguridad y calidad alimentaria que se diseñaron como herramienta para poder inspeccionar la competencia de los fabricantes de alimentos en cuanto a calidad y seguridad alimentaria. Son publicadas por grupos de distribución alimentaria, por lo que cualquier empresa que quiera suministrar productos de alimentación a dichos distribuidores tiene que cumplirlas.
Las ventajas que aporta a una Bodega la certificación en IFS y/o BRC son numerosas, algunas de ellas las numeramos a continuación.
- IFS y BRC como estándares de seguridad alimentaria y calidad permiten un control TOTAL del proceso productivo asegurando que los productos que llegan al consumidor son seguros para su consumo y que al ingerirlos no van a dañar su salud. Muchas veces se cree que el vino es un alimento seguro per se, pues su pH y grado alcohólico dificulta el crecimiento de microorganismos patógenos, pero este es solo uno de los muchos peligros que pueden afectar al vino. Astillas de vidrio, madera, insectos… pueden ser cuerpos extraños presentes en el vino si no se controlan adecuadamente. La adicción de productos químicos no autorizados o aquellos autorizados pero por encima de los niveles seguros (por ejemplo, el sulfuroso). El contacto del vino con compuestos dañinos para la salud (residuos de grasas no aptas para la industria alimentaria en la embotelladora, gases de para inertizar sin aptitud alimentaria, migración de sustancias desde el corcho…).
- Siguiendo el argumento anterior, IFS y BRC aumentan la confianza del consumidor en la Bodega que produce un vino.
- Ambos estándares, tanto BRC como IFS, hacen gran hincapié en la defensa alimentaria. Como sabéis, en España existe una enorme competencia en el sector vitivinícola y cuanto mayor es la competencia, más fuerte tiene que ser la seguridad alimentaria de una empresa. Además, aquellas bodegas interesadas en exportar a EEUU tiene que cumplir una serie de requisitos “Food Defense” establecidos por la FDA que un estándar IFS o BRC ya lleva implícito.
- Como indicábamos más arriba, IFS y BRC son estándares de seguridad alimentaria y calidad exigidos por ciertas empresas de distribución (Carrefour, Aldi, Lidl, Tesco, Metro, Migros, Ahold, Provera France y un larguísimo etcétera) sin los cuales no se pueden comercializar productos a través de las mismas.
- Además, IFS y BRC son estándares de gestión de la seguridad alimentaria y la calidad reconocidos por Global Food Standard Initiative (GFSI), una organización privada de carácter internacional. Esto hace que IFS y BRC sean una garantía para acceder a los mercados globales. España es el mayor exportador de vino a nivel mundial, pero acceder a mercados internacionales no es fácil. Sin embargo, una certificación en IFS y/o BRC impulsa el acceso a los mercados globales.
- En base a lo anterior, la mayor parte de los clientes y empresas de distribución, reconocen la auditoría de certificación IFS y/o BRC como propia y evitan someter a la Bodega certificada a una nueva auditoría. Esto ahorra costes y tiempos a la Bodega.
- Para las autoridades sanitarias, que una Bodega de vino posea una certificación BRC o IFS es un aval del cumplimiento de la legislación en materia de seguridad alimentaria.
- Como podéis comprobar, una certificación IFS y/o BRC es un sello de garantía que ofrece a la Bodega certificada una clara ventaja competitiva respecto a otras empresas del sector.
- Pero las ventajas que proporciona una certificación BRC o IFS no solo afectan a los consumidores de vino o a las empresas de distribución o a los clientes de la Bodega. Las auditorías IFS y/o BRC permiten a la propia empresa tener una visión muy completa de su funcionamiento, lo cual ayuda a la organización a detectar las áreas de mejora e impulsarlas para conseguir la excelencia.
- Además, IFS y BRC son estándares de calidad y seguridad alimentaria que se pueden integrar fácilmente con otras normas (ISO 9001, ISO 14000, OSHAS). Al ser estándares tan completos, facilitan la obtención de otras calificaciones y marcas de garantía, tan habituales en el sector vitivinícola.
Bodegas españolas de gran prestigio ya han apostado por certificarse en IFS y/o BRC para acceder a otros mercados diferentes al nacional, como garantía de su compromiso con la seguridad alimentaria y para afianzar a sus clientes o conseguir otros nuevos.
¿Por qué no va a ser tu Bodega la siguiente? Si estas interesado en certificar tus vinos bajo el estándar IFS o BRC, en Testa podemos ayudarte ya que tenemos una amplísima experiencia implantando estas dos normas de calidad y seguridad alimentaria en Bodegas.